domingo, 7 de octubre de 2012

Y no pasa nada

Para bien o para mal, más bien para mal, España está muerta civilmente. Aqui no pasa nada, sea lo que sea lo que pase.

A título orientativo y sin ánimo de ser exhaustivo:
  • se amplia la ley del aborto en la pasada legislatura y sigue sin ser derogada por el gobierno de un partido, el PP, que se oponía a esa ampliación. Y no pasa nada.
  • los nacionalistas, sobre todo los catalanes, han aplicado el rodillo liberticida durante 30 años, saltándose Constitución, leyes y sentencias y no pasa nada.
  • Los mismos han ido creando las bases de un Estado catalán independiente y pretenden llevarlo a término y no pasa nada.
  • la educación ha sido laminada, especialmente por el PSOE que prefiere ciudadanos mediocres pero iguales a costa de sacrificar a los mejores. Y no pasa nada.
  • la historia de España ha sido tergiversada, manipulada o ignorada, y puesta en manos de las 17 taifas , dando como resultado generaciones, en el mejor de los casos, de ignorantes y en el peor, generaciones de separatistas ignorantes. Y no pasa nada.
  • En la pasada legislatura se aprobó la apertura de negociaciones con ETA y no ha sido revocada. Los etarras son liberados por razones "humanitarias". Y no pasa nada.
  • Los etarras están en las instituciones con el ámparo del Tribunal Constitucional y no pasa nada.
  • Los asaltantes del Congreso de los Diputados se van de rositas, gracias a Pedraz, y no pasa nada.
  • La policia es atacada, insultada, vejada y despreciada por los partidos políticos y la justicia. Y no pasa nada.
  • Los partidos nacionales, blindados en los mínimos para obtención de representación, del 5% en Galicia por ejemplo, de nacionales no tienen nada, se comportan como partidos regionales federados, incluso con facciones partidarias del separatismo. Y no pasa nada.
  • los mismos partidos controlan la justicia en beneficio propio, dejando la división de poderes en agua de borrajas. Y no pasa nada.
  • los sindicatos grandes (que no grandes sindicatos) alimentados en las ubres presupuestarias son otra parte, corrupta, de un sistema corrupto. Estos sindicuchos alientan todo tipo de protestas contra el gobierno del PP cosa que no hicieron cuando el que gobernaba era el PSOE, principal responsable de nuestra situación actual. Y no pasa nada.
  • incumpliendo sus programas electorales, se exigen sacrificios a los ciudadanos, empezando por los funcionarios y siguiendo por la subida del IRPF, IVA -y lo que nos queda-  pero se mantienen intactas las estructuras políticas corruptas e ineficaces de las que viven y se nutren y roban la casta de politcastros que nos malgobierna. Y no pasa nada.
  • Se dilapidan miles y miles de millones de euros, como el PLAN E del nefasto Zp y nadie responde por ello. Los políticos en las cárceles brillan por su ausencia. Y no pasa nada.
  • En los territorios con lengua regional, los ciudadanos son normalizados de forma coactiva y la justicia no ha hecho nada. Y no pasa nada.
Y esto pasa porque la sociedad civil española ha sido destruida, deglutida, por los partidos políticos que se han inflitrado, envenenado, controlado y bloqueado todos los movivmientos cívivos que iban cogiendo fuerza. Y esa misma sociedad civil es también responsable de haberse dejado pisar su terreno. Por mirar hacia otro lado o incluso por colaborar en esa misma destrucción. Somos culpables por dejación.

Pero si las cosas no cambian por las buenas, se cambiarán por las malas y eso no es deseable de ninguna manera. Todos esos movimientos 15M, 25S, etc, etc, van a seguir creciendo en apoyo y uso de la violencia. Los ciudadanos normales que, estando muy hartos de este sistema, no apoyamos a estos grupos minoritarios pero activos y violentos, estamos entre dos extremos: el inmovilismo de la clase política tradicional y el extremismo de estos grupos anti-sistema.

Atrapados sin salida, no es extraño que se palpe el desaliento, la angustia, la desesperación, el cabreo, el hartazgo general en la sociedad española. Los que están al mando no saben, mejor, no quieren, aplicar la cirugía necesaria y los que están con el cóctel-molotov en la puerta del congreso todavía son peores porque acabarían por arrasar todo y con todos.

En definitiva, hace falta una "nueva" transición hacia otro régimen político. No basta con cambiar de políticos, lo cual de por sí sería ya un gran logro de grandes efectos balsámicos y también curativos. También es imprescindible cambiar las reglas de juego porque savia nueva no puede circular por los mismos conductos.