Esta entrada será breve.
No deja de escribirse sobre la marca España, hasta tenemos a un equipo interministerial dirigido por Emilio Lamo de Espinosa y ubicado en el Ministerio de Asuntos Exteriores del ínclito García Margallo el cual sobre el particular dice:
Tengo la sospecha que esto de la marca España nos va a costar un dineral.
Pero, hombre de Dios, ¿a quién se le ocurrió esta majadería? Las empresas compiten con sus precios y productos, las personas con sus capacidades y competencias individuales y los países son más o menos competitivos si además de empresas e individuos capaces, productivos y competentes, tienen un sistema jurídico que garantiza la libertad, la seguridad jurídica, la creación rápida de empresas, la libre circulación de personas y capitales, la igualdad de los ciudadanos ante la ley, la libertad de enseñanza y un sistema impositivo que no desincentive el esfuerzo.
Déjense de gilipolleces de marketing y trabajen por España en los puntos antes citados. Nunca tanto antes se habló de la "marca" España y nunca tanto se olvidó, despreció y humilló a España como a los españoles.