lunes, 3 de enero de 2011

Francisco Álvarez-Cascos siempre tendrá en el Partido Popular su casa.

Nada como estar en casa para que te vapuleen.

Otro error de Rajoy, y van unos cuantos ya. A pesar de todo, parece que las encuestas dicen que Rajoy será el ganador en las siguientes elecciones porque como dice Pérez-Espinosa "Sin las siglas del partido yo no soy nada y ningún nombre sin ellas tampoco lo es, en cambio sí lo es un proyecto pero no una cara, ya que por encina de los nombres está el partido y eso también me lo enseño él (Álvarez-Cascos)".  Como se ve, lo importante es tener unas siglas, para que cuando caigan en desgracia las siglas PSOE haya otras que las sustituyan, aunque la práctica política no varíe sustancialmente.

No importa la personalidad ni los aciertos ni lo que haya hecho o dejado de hacer el personaje, lo que importan son las siglas.

Tampoco importan las formas ni los principios ni la base social a la que se dice representar, lo que importan son las siglas y ganar elecciones.
Pues bien, es evidente que el PP ganará las próximas elecciones con Mariano o sin Mariano. Entonces, ¿por qué no darle la patada de una vez en lugar de elevar a este líder insípido y patoso al altar de los intocables? La salud de las siglas exige el chut.

Curiosa forma de ganar.
¿Hasta cuándo aguantará la militancia y los votantes?

Nota: no defiendo a Álvarez Cascos, ataco la falta de democracia en el PP. Sé que Álvarez Cascos, cuando era secretario general del PP, no fue un ejemplo de democracia interna.

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