jueves, 6 de enero de 2011

Cada oveja con sus votos

Si la encuesta de El Mundo es fiable, que no lo dudo, si Cascos se presentase a las elecciones en Asturias sería el partido más votado. Lo cual puede tener consecuencias muy importantes para el Sr. Rajoy.
Vamos a ver las lecturas de esa hipotética victoria de un partido con no más de 4 meses de vida:
  1. Existiría un fuerte descontento entre los votantes de centro-derecha con el liderazgo de Rajoy en general y con su actuación en Asturias en particular.
  2. Ese votante descontento está dispuesto a movilizarse de forma inmediata, si existiesen figuras de prestigio que liderasen ese movimiento de protesta.
  3. Si ese partido nuevo de centro-derecha, liderado por esas personalidades de prestigio y engancha-votos, se presentase a nivel nacional, el zorrocloco Rajoy cosecharía sus propios votos, el producto de su descafeinado liderazgo en el que se incluirían los de aquellos votantes poco propensos a abandonar sus siglas de toda la vida (antes AP, hoy PP) con independencia de quién lidere esas siglas.
  4. El resultado total del centro derecha, su traducción en escaños, sería incierto. ¿Sería capaz de descabalgar al PSOE del gobierno? ¿obtendría mayoría absoluta?
Aunque Álvarez-Cascos no haya sido una referencia para la democracia interna en su gestión como secretario general del Partido Popular no se merecía ese desaire del partido. Por lo menos debió plantearse la decisión en un congreso extraordinario. Si, además, las encuestas indican que el electorado asturiano del PP le hubiese dado un apoyo mayoritario, el error de Rajoy es monumental. No se entiende.


Pues bien creo que no sólo es conveniente es imprescindible que Álvarez-Cascos se presente a las elecciones en Asturias con su propio partido. Sus resultados serán una encuesta muy fiable de ese descontento general con Rajoy y una referencia para la articulación de una opción alternativa de centro-derecha liberal que pueda ganar las próximas elecciones. Si el nombre y la figura de Álvarez-Cascos pudiesen dar una victoria a nivel regional en tan poco tiempo, sería posible la presentación a las elecciones de 2012 de esa opción alternativa que catalizase a los muchos descontentos con Rajoy y el actual PP.

Ese nuevo partido debería plantear a los españoles decisiones muy duras pero que son imprescindibles porque nuestra crisis no es coyuntural sino estructural: nuestras estructuras políticas no funcionan, deben cambiarse. No podemos permitirnos 17 autonomías no sólo por su coste económico, el coste político es mucho más grave. Los políticos deben ser responsables ante los ciudadanos de sus decisiones y deben ser despojados de sus privilegios. La partitocracia en España debe acabar o acabará con España. O los partidos o España, ¿qué decidimos?

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