martes, 19 de julio de 2011

Prepotentes e incumplidores

Para el Sr. Rosell, presidente de la CEOE, "hay que acabar con los funcionarios prepotentes e incumplidores" entre otras cosas para acabar con la crisis.
Seguro que hay funcionarios prepotentes e incumplidores, yo no lo dudo, ¿quién no conoce a alguno? incluso a bastantes. También los hay que trabajan, muchos también. No pretendo atacar a las personas, que han sido contratadas después de pasar la correspondiente oposición y deben respetarse las condiciones con las que pasaron a formar parte de la administración pública sin que ello sea obstáculo para que se puedan hacer cambios en la función pública.

Hay que ver es por qué hay funcionarios prepotentes e incumplidores. Yo apunto las siguientes causas:

- primero porque se consiente que los haya. Políticos corruptos no pueden con funcionarios corruptos. El sistema es corrupto en sí. Se retroalimenta: puesto que me pagan poco trabajo menos; como la gente trabaja poco, contrato más funcionarios, como no puedo pagarles les bajo el sueldo. Los funcionarios han venido perdiendo poder adquisitivo estos años y se les ha compensado en especie con más días de vacaciones y moscosos.

- no compiten con nadie para mantener su puesto de trabajo, el puesto es de por vida se haga lo que se haga. Eso implica menor espíritu de mejora y formación permanente. No hay muchos incentivos para la mejora profesional salvo que te interese un traslado a otra localidad. Según algunos informes, la productividad es bastante baja.

- como se ha dicho antes las plantillas se dimensionan con criterios políticos y no de verdadera necesidad. Tenemos muchos funcionarios y mucha intervención del Estado. Sobran funcionarios y al sobrar funcionarios, algunos (o muchos) pueden escurrir el bulto.

- no existen controles independientes de calidad y eficacia.

Si en lugar de rebajar el sueldo de todos los funcionarios un 5%, que parece ser que es incluso ilegal, se podría ofertar un ERE voluntario de funcionarios de forma que ganando el 70% del sueldo, y sujetos a los mismos beneficios fiscales de los que se benefician los trabajadores por cuenta ajena en un ERE, se pudieran marchar a su casa, obtendríamos los siguientes beneficios:

- ahorro de costes bastante importante, desde un 30% del sueldo a descontar los beneficios fiscales que se aplicarían.
- reducción de funciones, al haber menos funcionarios tendrían que realizar las tareas más importantes.
- menos intervención del Estado en la sociedad, desregulación.
- más dinamismo de la sociedad "civil".
- mantenimiento del sueldo y posible mejora de los que queden.

Un ERE voluntario pero selectivo: soltar lastre donde las plantillas y las funciones estuvieran más sobredimensionadas.

Una reducción de plantillas acompañada de un adelgazamiento de la capacidad interventora del Estado en todos los ámbitos.

Los funcionarios, incluso los prepotentes e incumplidores, no son la causa de nuestra crisis. El exceso de funcionarios tampoco es achacable a los funcionarios a los que se rebaja el sueldo. Lo que pasa es con esta crisis nos vamos dando cuenta de muchas cosas y una de ellas es que tenemos mucha burocracia, muchos funcionarios y mucho gasto en funcionarios.

Lo que sí es causa de nuestra crisis es un sistema político sobredimensionado e intervencionista que resulta muy caro e ineficaz.

Menos Estado es más libertad.