En este artículo de Ignacio Camacho
en ABC, hay mucha sustancia para el que escribe este blog, es una discusión repetitiva pero ahora cobra mayor fuerza con la irrupción en la política americana del Tea Party y su posible traslación a la política española.
En opinión del que escribe estas líneas, en España se dan, al menos, tres hechos muy graves en nuestra situación política: la existencia de una oposición, liderada por un personaje cobarde y anodino, que ha decepcionado reiteradamente a su base de votantes; un gobierno intervencionista, sectario y chapucero que lleva al país de mal en peor y cuyos errores en materia de política económica son la principal fuente de votos para una oposición insípida y desnortada en sus 17 taifas regionales ; la falta de democracia interna en los partidos que impide cambiar a líderes ya quemados y mantiene una estructura de poder partidista alejada de las necesidades de la ciudadanía.
El hecho de que en España muchos nos planteemos la participación en un movimiento parecido a los Tea Party a la española con el fin de fortalecer un movimiento cívico capaz de influir en los partidos políticos para tratar de cambiar algo las cosas, ya debería ser suficiente motivo de preocupación para el PP que no acaba de entender a sus votantes. Un partido pésimamente dirigido por el Sr. Rajoy y su equipo dirigente no debería sorprenderse de lo que está pasando y de lo que va a pasar. O el PP cambia o será arrollado. El PP actual no está en estos momentos capacitado ni legitimado para dirigir a la base social de centro derecha, entre otras cosas porque lo que pretende es captar el voto de la izquierda perdiendo en el camino toda seña originaria de identidad si hiciese falta.
Conviene recordar las lo que representa en España el centro-derecha moderno, lo que es la verdadera base social de votantes del PP:
- defensa unidad de España y de mercado. En esto incluyo también la lengua con la debida consideración a las lenguas cooficiales.
- defensa del esfuerzo y el trabajo individual y de la propiedad privada.
- austeridad en el gasto público, gestionando el Estado como se gestiona una familia, sin gastar lo que no se tiene.
- derrota policial del terrorismo etarra.
- posturas claras contra el aborto y contra el matrimonio homosexual, defendiendo la familia tradicional.
- igualdad ante la justicia y justicia independiente.
- defensa de los valores cristianos de la sociedad española.
- libertad de enseñanza.
- medios de comunicación libres que informen objetivamente.
Y además de todo lo anterior, un rasgo muy marcado del votante de derechas es su individualismo basado en su carácter nada gregario ni sectario por su formación e independencia de criterio. Si Rajoy lo hace mal, el primero en criticarlo será su votante. ¿Han visto a algún socialista criticar a Zp?
Nada que ver con una izquierda monolítica que controla o pretende controlar los medios de comunicación con la finalidad de desinformar y manejar la sociedad de acuerdo a sus intereses. Un votante de izquierdas no ve inconveniente en que "el partido" controle los medios de comunicación para mentir lo que haga falta con tal de seguir en el poder. Eso, a un votante de derechas le da repelús, porque lo que quiere es que le dejen en paz (leave us alone), que le dejen hacer su vida, hacer sus negocios, educar a sus hijos a su manera sin tratar de decir a los demás cómo deben educar a los suyos.
En mi opinión, lo que he descrito es la base de votantes del Partido Popular.
Pero veamos por partes:
1. - "EL Tea Party no existe en España ni podrá existir mientras en el Partido Popular no haya elecciones primarias, pero esto no evita que algunos traten de tomarlo como modelo para constituir grupos de presión destinados a entorpecer el proyecto de centro que trata de construir Mariano Rajoy ".
Mariano Rajoy no tiene ningún proyecto de centro que construir puesto que el PP existe desde hace años. Lo que debería hacer Rajoy es mantener los principios y señas de identidad de un proyecto que ha heredado y que está deshaciendo. Es cierto que en el PP no hay primarias, pero todo llegará, las cosas no cambian si no se intenta cambiarlas aunque también es cierto que lo que le pase al PP no debería preocuparnos en demasia, nos debería importar lo que le pase a España: que no siga gobernada por estos incapaces del Psoe ni le caiga de rositas el poder a alguien que no ha hecho nada por ganarlo ni por defender las referencias básicas de su base social de votantes. Lo que nos debería preocupar es que España fuese gobernada por personas honradas de acuerdo a los principios enunciados anteriormente. Lo de menos es que sea el PP, pudiera ser cualquier otro partido que pudiera aparecer.
2. - "Desde que el aznarismo perdió su rumbo moderado para involucrarse en una deriva seguidista de los neoconservadores americanos, en la derecha española no han dejado de surgir intentos de desestabilizar el único discurso que ha sido capaz de levantar una mayoría social frente a la dominancia histórica de la izquierda, y que no es otro que el de una oferta de amplio espectro entre la socialdemocracia y el liberalismo"
El aznarismo consiguió ganar dos elecciones, la segunda con mayoría absoluta.. Resulta que Rajoy ha perdido dos elecciones como candidato y lo que es más grave, su segunda legislatura en la oposición ha representado una traición a la que desempeño y representó en la primera.
Los españoles votaron a Aznar porque gobernó muy bien, en general. ¿Quiere decir el Sr. Camacho que Aznar es un radical de ultraderecha? Vamos, anda ya....
Hacer una oferta de amplio espectro no debería significar convertir al principal partido de la oposición en una especie de masa chiclosa sin una estructura seria de principios y valores, perdiendo sus propias nociones constitutivas. Recordemos aquello de tendrán indignidad y tendrán la guerra. Si para montar una oferta de amplio espectro debes de dejar de ser, mejor es no montarla porque ese proceso de dilución de identidad te incapacita para actuar de manera coherente ya que los principios se han ido por el desagüe de la captación de votos y lo políticamente correcto que le viene establecido por la piji-progresía.
3.- Cuando no ha sido desde el integrismo católico ha sido desde un alborotado fundamentalismo economicista o desde una interpretación cerrada y ultramontana del hecho nacional; a veces los tres vectores han convergido a la vez para sabotear la posibilidad de que el PP vuelva a ser el partido atrapalotodo —all catch party— que logró la única mayoría absoluta no socialista en treinta años de democracia. El destino del moderantismo español parece siempre sometido a la tensión de los propios demonios familiares de una derecha que no necesita adversarios para dilapidar sus escasas oportunidades de gobierno.
¿Integrismo católico?. ¿Es que el PP no es un partido de base cristiana?
¿Interpretación ultramontana del hecho nacional?: ¿es qué debemos aplaudir el Estatuto catalán y las multas lingüísticas o que se negocie con los etarras?
¿fundamentalismo economicista?: ¿es que el Sr. Rajoy debería jalear al Sr. Zapatero para que gaste más, nos endeude más y arruine, todavía más si cabe, nuestra economía?
Vuelvo a decir que el PP ganó las 2ndas elecciones de Aznar porque gestionó bien, con seriedad, rigor y austeridad. Eso fue lo que atrapó a los españoles para votarle.
Lo que no es asumible es que un partido de centro derecha haga un discurso de centro izquierda con el único fin de atraparlo todo. El PP ganó elecciones siendo un partido serio de centro derecha, no debería intentar ganar las elecciones siendo un esperpento.
La reciente remodelación del gobierno ha sido un acierto del Sr. Zapatero, las encuestas lo confirman. Al PSOE le quedan 15 meses para darle la vuelta a la tortilla mientras el Sr. Rajoy mantiene su estrategia de hablar sólo de economía, mal y a destiempo.
4.- "En un país sometido a la hegemonía moral e intelectual de un sedicente progresismo que identifica como tabúes los conceptos de conservador, derechista o incluso liberal, las encuestas señalan de modo recurrente el predominio de un electorado mayoritario que gusta de situarse a sí mismo en la definición de centro-izquierda. Con ese panorama la victoria de cualquier alternativa de corte distinto sólo puede producirse por abandono, renuncia o desengaño de los votantes del Partido Socialista, beneficiario del espectro político más solicitado"
Por lo visto nuestro avezado analista concluye que España es de izquierdas; asumida esa verdad teologal, sólo queda confundirse con el entorno y hacerse también de izquierdas o parecerlo. Conclusión: PSOE y PP son de izquierdas y si los dos son de izquierdas, ¿cual escogerán los ciudadanos, la real o la descafeinada?.
En lugar de enviar mensajes diferentes sobre la base de principios diferentes pero que correspondan a las esencias verdaderas de sus estatutos y programas estratégicos, el PP opta por una oferta de amplio espectro para el centro izquierda, cuando su base de votantes es de centro-derecha. Con esa estrategia, tarde o temprano, perderá también su base real de votantes. En el momento en que surja un partido de centro derecha liderado por personalidades de reconocido prestigio y con el respaldo financiero suficiente, el PP se derrumbará como un castillo de naipes. Si continúa decepcionando a su base social, llegará ese momento. Otros ocuparán el lugar que nunca debió abandonar.
5.- "Cualquier acento «desacomplejado» —ése es el término que más gusta a quienes no son aficionados a refrenar sus impulsos extremistas— en el programa del centro-derecha desequilibra la percepción de la opinión pública hacia un temor antiautoritario que permanece en el subconsciente de la sociedad, y vuelve a movilizar la coalición de intereses que va desde el socialismo a los antisistema pasando por los nacionalistas. Las emulaciones más o menos sucedáneas del Tea Party sólo conducen a la favorable agitación del espantajo retrógrado que, bien agitado por una eficacísima propaganda, suele proporcionar a la izquierda la pintura que necesita para dibujarle al proyecto centrista un falso retrato de involución cavernaria.
En ésas estamos. Ganar elecciones siempre es difícil, pero cada cual está en su derecho de elegir el mejor modo de perderlas"
¿Todavía andamos con estos miedos al autoritarismo de la derecha Sr. Camacho? ¿Por qué, para evitar molestar, el PP no se disuelve?. Así molestaría menos al subconsciente de la sociedad. O mejor todavía, ¿por que el PP no se declara socialista de una vez?. Así nadie tendrá miedo a los impulsos extremistas de la derecha más ultramontana.
Sr. Camacho, ganar elecciones siempre es difícil pero no añada a ello la ausencia de crítica reflexiva, la petición de adhesión irracional e inquebrantable a un partido que ha dejado de lado sus señas de identidad para captar un electorado de amplio espectro.
Su artículo es un insulto a mi inteligencia, no quiero generalizar.