Todos son de izquierdas

Como bien apunta Cristina Losada en Libertad Digital,  es impensable que ni en Psoe ni en el PP se planteen a estas alturas un cambio de líderes, fórmula propuesta por The Economist para ganar las elecciones del 2012. 

Como bien sigue C.L, otra propuesta también es impensable "sin menospreciar la idea de un cambio de líderes, hay otra que no es incompatible y merece estudiarse: que ganara el partido que dijera la verdad a los españoles".

Del PSOE nunca podríamos esperar ese milagro, es un partido de izquierdas y toda relación de la izquierda con la verdad es pura coincidencia: la realidad es un chicle que se amolda a sus intereses.

Por lo que hemos visto en esta segunda legislatura triunfal de Mariano Rajoy, del PP tampoco podemos esperar un poco de sinceridad: la crisis de España es gravísima, no sólo la económica. La situación requiere medidas draconianas,  políticas y económicas.  Ante esta actitud caben dos hipótesis:

1. - Que en el PP no se considere tan grave la situación y por eso están tan tranquilos esperando su momento, sin hacer mucho ruido ni moverse demasiado. ¡Cansa tanto esto de la oposición!. 

2. - Que no quieran dramatizar para no quedar como los agoreros de siempre, pero cuando ellos cojan el timón la cosa cambiará.  En este caso, ¿esperan que sólo por el cambio de timonel y de remeros las cosas se arreglen birlibirloque?.  Hombre sí, es un gesto de cara a los mercados, largar al calamidad de Zp y poner a alguien más serio al frente seguro que es positivo de cara a la imagen de nuestro país e incluso daría una brisilla positiva a la confianza del consumidor y el empresariado.

Pero esto no se arregla sólo con gestos, hay que hacer cosas, graves y costosas, pero imprescindibles

¿Cómo se van a explicar a los ciudadanos esas medidas si a estas alturas no están explicando la gravedad de la situación y qué proponen para resolverlas?.

La estrategia del avestruz de Mariano Rajoy puede que le permita ganar las próximas elecciones, más por los errores de su adversario que por méritos propios.

Pero ganar así, no legítima para tomar la sartén por el mango, se te puede volver todo en contra: tus votantes y tu partido.

En suma, cada vez parece más claro que en España los dos partidos más votados apenas se diferencian excepto en sus años de historia, la del PSOE bastante más larga y bastante más penosa. Ni hay diagnósticos, ni análisis ni propuestas diferentes. Sólo hay búsqueda de votos. El liderazgo de un partido y una nación parece que también es historia.

Todos son de izquierdas.